
Blanca de luz de luna
desnuda ante la vida,
entregaré mi cuerpo
al que me sepa amar.
No tendré la premura
de la juventud bella,
no seré amante ardiente
buscando saciedad.
Seré ya la ternura
que se enreda sedienta
para gozar sin prisa
la plenitud de amar.
Y después ya en la calma,
presos enun abrazo
entre suspiro y beso,
saber nuestra verdad...